viernes, 21 de abril de 2017

links recomendados sobre lactancia

http://www.webconsultas.com/bebes-y-ninos/el-bebe/lactancia/lo-mejor-778
http://www.who.int/topics/breastfeeding/es/

https://www.guiainfantil.com/salud/alimentacion/lactanciamaterna.htm


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CONCLUSION


CONCLUSION


La más importante conclusión que podemos realizar, es que la mejor forma de alimentación para los chicos es la lactancia materna; por proveer los mejores nutrientes y los medios de defensa necesarios para protegerlos de futuras infecciones.
Son pocas las situaciones que obligan a las madres a brindar una alimentación artificial a su bebé. Hay patologías donde el uso de fórmulas o sucedáneos de la leche materna esta justificado y en esas circunstancias es el mejor o único alimento posible.
Otras situaciones son puestas por las madres únicamente como justificativos para utilizar fórmulas; ya sea por la influencia de los laboratorios y/o agentes de salud, moda o la falsa practicidad, porque el tiempo ahorrado , luego es utilizado para cuidar un niño mucho más propenso a enfermarse.
Hemos visto que los beneficios de la lactancia materna son incontables, no sólo para los chicos sino también para la madre y la familia por su costo nulo en contrapartida con el alto valor económico que tiene la alimentación artificial.
Igualmente, más allá de todo beneficio, costo monetario, menor tiempo o practicidad; lo que hay que hacer es concentrarse en lo más importante de todo: la salud del bebé; ¿Él, no se merece lo mejor que pueda brindarle?
La OMS recomienda la lactancia materna, es el mejor alimento para el niño y no tiene sustituto.

ANTECEDENTES

Madres de leche

Hasta hace unos 100 años, todos los niños eran amamantados aunque no siempre por sus madres. El papel de la nodriza era clave en las clases altas de muchas civilizaciones. Por ejemplo, en la Grecia clásica, el Imperio Romano, en la Inglaterra del siglo XVIII, en la Francia de los siglos XXIII y XIX. Teniendo en cuenta el efecto anticonceptivo de la lactancia, las clases populares tenían una fecundidad limitada, dado que las nodrizas pertenecían a este estamento. Sin embargo, en las clases acomodadas la fecundidad no estaba controlada por la lactancia y tenían una descendencia que rondaba los 15 ó 20 hijos.

Toda una serie de creencias populares y erróneas teorías, además de una serie de factores socioeconómicos y religiosos, modas y estilos de vida, contribuyeron al rechazo de la lactancia materna entre las clases media y alta de muchos países de la Europa de los siglos XV a XIX. Se consideraba al amamantamiento como algo indigno, vergonzoso, propio de las clases inferiores o de los animales. De esta manera, se pone de moda la lactancia mercenaria por medio de nodrizas o madres de leche del pueblo llano.

Alimentación de lactantes con leche de animales

La alimentación artificial de lactantes se conoce desde 2000 años a.C. Se empleaban vasijas con boquilla o cuernos. A lo largo de la historia, se han encontrado referencias y recomendaciones sobre el tipo de leche que se tenía que administrar al lactante. Como ejemplo, Sorano de Éfeso (siglo II a.C) recomienda la leche de cabra para niños que no puedan ser criados a pecho. En 1565, Simon de Vallembert recomienda leche de cabra o vaca a partir del tercer mes y se opone a la antigua costumbre de alimentar a los niños con comida masticada por la madre o nodriza. Consideraba que esta comida era fuente de infecciones por gusanos.

A lo largo del siglo XVIII, las experiencias de alimentación artificial de lactantes en medio institucional fueron desastrosas, llegando casi al 100 por cien de mortalidad. Desde la antigüedad se conocía el fracaso de la alimentación con animales, que acababa en la mayoría de casos, con la muerte del lactante.

Durante el siglo XIX todos los tratados médicos afirman la superioridad de la leche de mujer sobre la de cualquier otro animal. Después de la mujer, se sitúan por orden de adecuación a las necesidades nutritivas del niño, la de cabra, asna y por último, la de vaca.

A finales del siglo XIX, químicos y comerciantes como Henri Nestlé, entran en el campo de la alimentación infantil. Con una industria química cada vez más preparada, se empiezan a hacer los primeros preparados lácteos. El cálculo y la medición de las dosis adecuadas, convencen a profesionales sanitarios que lo industrial es más perfecto que lo natural.

Los avances obtenidos en las últimas décadas en la composición de leches para lactantes a partir de modificaciones de leche de vaca, han conseguido productos químicamente similares a la leche materna, aunque desprovistos de las propiedades inmunitarias de la leche materna. Esta leche, administrada en dosis adecuadas al lactante consigue resultados nutricionales satisfactorios que se alejan mucho de los descritos en siglos anteriores. Sin embargo, las consecuencias a largo plazo, siguen siendo desconocidas.

En 1981 se aprueba el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de Leche Materna, conjunto de reglas destinadas a proteger la lactancia materna de las prácticas comerciales poco éticas. En 1990, la Asamblea Mundial de salud de la OMS recomienda a todos los gobiernos adoptar el Código. España se adhirió en el año 1993 (RD 1408/92 en BOE 13-01-93).

Fuente: Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría